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  • Foto del escritorMas que un cuerpo Clínica Angeles

IDENTIFICACIÓN Y PREVENCIÓN DE UN TCA EN EL ENTORNO FAMILIAR

La familia es el entorno en donde aparecen los primeros signos y síntomas de la enfermedad, por lo que es en donde tenemos que estar atentos. La comunicación abierta y constante entre los miembros de la familia es esencial para detectar pequeños cambios, malestares o inquietudes, permitiendo abordar en conjunto cualquier problema que pueda surgir.


Es común experimentar temores al considerar la posibilidad de que uno de nuestros hijos pueda estar lidiando con un trastorno alimentario. El deseo de mantener la armonía en casa puede llevar a minimizar el problema, pero es crucial estar informado y reconocer posibles señales de alerta.


Debemos prestar atención a los siguientes aspectos:


A. Alimentación:


  • Uso injustificado de dietas restrictivas.

  • Obsesión por temas relacionados con la cocina, dietas o calorías.

  • Comportamientos como comer en exceso seguido de visitas inmediatas al baño.

  • Lesiones en los dedos o reverso de la mano por vómitos recurrentes (Signo de Russell).

  • Cambios significativos e injustificados en el peso corporal.

  • Alteraciones en el ciclo menstrual o falta del mismo.

  • Ejercicio excesivo con el objetivo de perder peso.

  • Detención del crecimiento en estatura.


B. Aspectos Emocionales:


  • Sentimientos de culpa después de comer.

  • Distorsión de la imagen corporal.

  • Inseguridad, aislamiento social y bajo rendimiento.

  • Baja autoestima y cuidado personal.


Acciones a Considerar:


  • Estar alerta a conductas anormales relacionadas con la alimentación y la actividad física.

  • Informar a sus hijas e hijos, que pueden contar con ellos, ante cualquier tipo de problema.

  • Fomentar un entorno familiar propicio para la expresión emocional y el diálogo abierto.

  • Si hay sospechas de un TCA, buscar la orientación de un pediatra, médico general o familiar.

  • Evitar el uso de alimentos como premios o castigos.

  • No minimizar la situación, incluso si no se detectan todos los elementos de un trastorno grave.

  • No responsabilizar a los hijos por malestares de los padres o abuelos

  • Evitando críticas sobre el cuerpo y el peso.



Autoevaluación Preventiva:

Conteste SÍ o NO a las siguientes frases, esto no es una valoración en donde se pueda reflejar un Trastorno de la Conducta Alimentaria, pero sí nos sirven como medidas preventivas y señales de alerta:

¿Su hijo (a) se pesa más de una vez al día?

¿Lo que le interesa es saber las calorías de los alimento?

Su tema de conversación gira alrededor del peso, alimentación, figura y/o el ejercicio. Frecuentemente pregunta ¿estoy gorda (o)?

¿Ayuna con frecuencia?

¿Toma pastillas para bajar de peso, incluso laxantes.

¿Se altera su ciclo menstrual?

¿Siente mareos y a veces mucho frío?

¿Tiene mucho miedo a engordar?

¿Pierde el control al comer?

¿Hace demasiado ejercicio?

¿Está irritable y agresivo/a?

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