Hola
Tengo 36 años y soy Géminis.
De chica quería ser reportera de guerra, como buena niña no tenía ninguna duda, ni ningún miedo.
Lo lógico era seguir ese camino, por eso me decidí a estudiar periodismo.
Hice los exámenes, escribí un ensayo, fui a todas las entrevistas y reuní todas las cartas de recomendación.
Fui aceptada en la escuela de periodismo Carlos Septiem.
Aunque reuní los requisitos, mi mente me decía que ese sueño era demasiado grande, así que a la semana solicité mi baja.
Renuncié a una carrera arriesgada, a relaciones hermosas, a trabajos y a sueños. Era mi peor enemiga.
Mi baja autoestima me condujo al perfeccionismo y empecé a padecer trastornos alimenticios.
Con todo y eso seguí mi camino, me gradué como comunicóloga, conseguí trabajo, encontré el amor, y un buen día, sin esperarlo, iba a ser mamá.
Esto fue un parteaguas en mi vida me dió confianza, alegría. Quería cuidar de mi, volver a comer para que mi bebé estuviera bien.
El día que nació mi hijo me di cuenta que “Si podía crear vida, entonces podía crear cualquier cosa”.
Esa energía me llevó a crear mi proyecto personal “mamá sin recetas”
No contaba con que pronto volvería a ser el mismo ser humano, funcional, pero infeliz.
De nuevo deje de comer y mi cuerpo se empezó a consumir, mis órganos estaban funcionando mal y no era capaz de hacer algo para salir de ese ciclo destructivo.
Voltee a ver a mi hijo y decidí pedir ayuda. De inmediato mi esposo llamó a la clínica de trastornos alimenticios.
Me hicieron muchísimos análisis y me presentaron al equipo de 7 doctores que se haría cargo de mi, hasta que yo pudiera hacerlo
Después de cuatro años, mucha terapia, paciencia ganas de vivir y el amor de mi esposo y mi hijo salí adelante.
Aprendí que el cuerpo se alimenta de comida, pero el alma se alimenta de nuestras pasiones, de todo lo que disfrutamos y de todo lo que aprendemos.
Se gentil con tu proceso de vida. Si quieres ser libre olvídate de los juicios, las expectativas y las comparaciones inútiles.
Jamás estamos solos, siempre hay alguien o algo que nos sostiene.
Tus pensamientos y tus acciones diarias pueden cambiar tu vida. Todos los seres humanos poseemos energía creadora.
Ser mamá no me limita, expande mis posibilidades.
AF, 2020
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